La localidad de 7 de abril, ubicada a unos 120 kilómetros de San Miguel de Tucumán, fue escenario del tercer secuestro de cocaína más grande registrado en nuestra provincia y el tercero más importante a nivel nacional. En un camión con tolva que transportaba cemento, los pesquisas encontraron 418 kilos de esa sustancia que tenía como destino final Buenos Aires. La carga fue valuada en más de U$S 1 millón.
La investigación fue iniciada por el fiscal federal de Salta Rafael Toranzo hace varios meses. Estaba tras los pasos de una organización con asiento en Jujuy que transportaba grandes cantidades de sustancia. En un primer momento sospecharon que la droga era adquirida por revendedores que las comercializaban a las redes de narcomenudeo. Pero por la cantidad incautada, ahora no descartan que también haya estado explorando el tráfico internacional.
Este caso tiene otra particularidad: las tareas investigativas fueron desarrolladas por el Grupo Operativo de Lucha contra el Narcotráfico del Noroeste Argentino (GOC NOA). Se trata de una división integrada por policías salteños y de las fuerzas federales con asiento en esa provincia, que reciben el asesoramiento y la información de la DEA, organismo de EE.UU. que lucha contra el tráfico de drogas a nivel internacional.
Los pesquisas confirmaron la versión de que la banda “movería” esa importante carga. El camión partió de San Salvador de Jujuy el domingo, cuando el atardecer se apoderaba de las calles. Siguieron pacientemente el recorrido del enorme vehículo y decidieron frenarlo en el puesto que Gendarmería Nacional tiene en 7 de Abril, localidad ubicada sobre la ruta 34 y que limita con Santiago del Estero.
Después de confirmar la existencia del cargamento, decidieron trasladar el camión hasta una cancha de fútbol de Burruyacu. Allí, los gendarmes tardaron varias horas para poder rescatar del cemento los 396 paquetes de cocaína que arrojaron un peso de 418 kilos. El conductor y su acompañante fueron detenidos.
Horas después de haberse concretado el secuestro, el fiscal Toranzo logró que lo autorizaran a realizar dos allanamientos en distintas localidades de Jujuy. En los procedimientos se secuestraron cuatro camionetas 4x4, un utilitario, cinco vehículos, tres camionetas, una cantidad ínfima de cocaína (35 gramos), celulares, armas de fuego y municiones. Un dato clave: los investigadores encontraron bolsas de cemento vacías y quemadas, una prueba de que en esos lugares cargaron el camión. Fuentes judiciales confirmaron que detuvieron a una mujer y pidieron la captura de varias personas más.
En la frontera, el valor del kilo de cocaína es U$S2.500. Pero en Buenos Aires, por el costo del traslado, se cotiza a por lo menos U$S5.000 el kilo. Por esa razón, si la carga hubiera llegado habría tenido una valuación de U$S 2 millones. Los narcos, para obtener más ganancias, estiran hasta nueve veces la sustancia. Con la cantidad de lo secuestrado, después de ese proceso, los revendedores podrían haber obtenido unos 3.712 kilos. Eso representa, como mínimo 3,7 millones de dosis. Para graficar: todos los habitantes de la provincia podrían recibir tres dosis cada uno.
Este es el tercer secuestro más importante que se realiza en el país en lo que va del año. “Poroto blanco” fue el nombre con el que bautizaron el procedimiento que se desarrolló en marzo y en el que los gendarmes incautaron 426 kilos de cocaína en el puesto de peaje Lagos, en Rosario. El segundo ocurrió en la localidad salteña de Joaquín V. González. Los hombres de Gendarmería incautaron 423 kilos de la sustancia en el procedimiento conocido como “Nafta blanca”.